Para el relleno:- Una calabaza pequeña.
- 260 gr. de leche condensada.
- Un huevo.
- Una cucharadita de canela.
- Media cucharadita de jengibre.
- Media cucharadita de clavo molido.
- Una pizca de nuez moscada.
Para la base de masa quebrada:
- 200 gr. de harina de repostería.
- 100 gr. de mantequilla.
- Un huevo
- Una pizca de sal.
- Una pizca de azúcar.
- Una pizca de levadura royal.
PREPARACIÓN
FASE I: La base.
1.- Sacar la mantequilla una hora antes para que se ponga a temperatura ambiente.
2.- Poner en un cuenco la harina, tamizándola con un colador.
3.- Añadir la mantequilla, que ya estará a temperatura (textura pomada).
4.- Mezclar ambos ingredientes (el objetivo es obtener una mezcla no demasiado fina).
5.- Añadir el azúcar, la sal, la levadura y el huevo y mezclar hasta que se forme una masa consistente.
6.- Formar una bola con la masa y dejar reposar 1 h. en el frigorífico (envuelta en film transparente).
7.- Estirar la masa con un rodillo, sobre papel vegetal.
FASE II: El relleno.
1.- Vaciar la calabaza, descartando las pepitas. Desmenuzar la pulpa en trozos pequeños.
2.- Poner agua a hervir y cocer la pulpa de la calabaza durante 5 minutos (hasta que los trozos estén blandos). Colar la pulpa cocida en un colador grande e ir apretando con una cuchara para que suelte el agua.
3.- Verter en un recipiente para batidora la pulpa cocida y el resto de ingredientes y batir hasta que todo quede homogéneo.
FASE III: Montar y cocer.
1.- Colocar sobre un molde de quiche (o un molde no muy alto) la masa extendida con el papel vegetal, presionar para que coja la forma del molde y de los laterales y cortar el exceso de masa.
2.- Verter la mezcla de calabaza y leche condensada encima de la masa.
3.- Cocer en el horno 15 minutos a temperatura alta y 20 min. a temperatura baja (o más tiempo hasta que, al clavar un palillo, salga seco).
